El president Mas no se da cuenta de lo que significan sus palabras cuando culpa a Rajoy del giro hacia la independencia “porque no le deja otra salida”. ¡Dios! O sea que se están conduciendo al pueblo a esa transformación histórica y definitiva sólo porque hay dos personas que no se ponen de acuerdo, dos personas que hoy están en un gobierno y mañana no lo estarán. ¡Estamos llevando a todo un pueblo a la independencia por una razón puramente circunstancial y pasajera! ¡Locos! Eso es de locos.
Probablemente la consulta no se haga, y quizá con el tiempo (aunque no sé como) se aquieten las aguas, sobre todo si algún día tanto la Generalitat como en el Gobierno de España llegan a estar presididos por gente con más cintura y responsabilidad.
Pero ya nada volverá a ser lo mismo. Hay un daño que es ya irreparable: una sensación de frustración permanecerá en Catalunya, y el odio y el resentimiento creado en los catalanes hacia “Madrid” quizá pase de ser una hoguera a ser un rescoldo, pero se mantendrá.
Y el concepto y el sentimiento del resto de los españoles hacia los catalanes tampoco volverá a ser el mismo.
Y ser “el catalán” en Madrid y “el madrileño” en Barcelona no volverá nunca a ser tan agradable como lo ha sido para mí durante tantos años.