De mi tía Joaquina (en realidad tía de mi madre) decían que estaba loca. Yo empiezo a dudarlo. La tía Joaquina salía siempre a la calle armada con un paraguas, y cura que veía paraguazo que le propinaba en la cabeza.
Cuidado curas abusadores, que soy sobrino de tía Joaquina y tengo muchos paraguas en m i casa, alguno con puño de marfil.